ASAMBLEA CRISTIANA "JESÚS LA LUZ DEL MUNDO"  
 
  POEMAS 06-05-2025 04:39 (UTC)
   
 

Abrigos de Fe

Si durante la noche pudiera soñarlas
y si al llegar la mañana, mi corazon
pudiera creerlas,
todo cambiaria, todo seria como
zesped verde en camino nuevo.

Si cada palabra como muralla
pudiera ser posada en tierra firme
y dejada como testigo de tiempos pasado,
se alejaria la duda,
y abrigos de fe quitarian el frio en mi ser.

Si con mirada definida llenara la vision
de mi vida, y si con valentia declarara
por inutil a la muerte y su espiga,
las horas serian dias y los tiempos
indicarian nuevas metas por vivir,
nuevas oraciones por cumplir.

Y es que dentro de mi se esconden.
Busco la forma de sacarlas y cuando
creo tenerlas se deslizan
y entre pensamientos huyen al aire.
Parecen volver solo para asi
volverse a desvanecer.

Palabras sin igual,
palabras de autoridad.
Palabras de profecia.
Palabras de promesa.
Palabras de Fe. 

Amor Real

Muchas noches solitarias,

en medio de luces y estrellas,

te busque.


No, no te conocia, solo te imaginaba.

No se si te buscaba por mi soledad,

o si era tan solo por curiosidad.


Se que añoraba el poderte encontrar.

No conocia el color de tus cabellos,

ni el brillo de tus ojos.

Pero sin saberlo, en cada noche

que te buscaba, mas de ti

me enamoraba.


Era como si al mirar la luna

supiera que en algun lugar

aquella noche tu tambien

la mirabas, y asi me acariciabas.


Te busque cuando todos me decian

que no habia amor verdadero,

que ya nadie era fiel, pero yo sabia

que en algun lugar, tu me esperabas.


No, no podian todos tener razon.

Yo no era el unico que me guardaba,

tambien tu, pequeña, en algun lugar

por mi a Dios orabas.


Mientras otros se embriagaban

con las luces de salones,

yo te buscaba en el sonido de las olas,

en el calor de la arena.

Y sin poderlo explicar,

sabia que no estabas lejos de mi;

pues yo te sentia,

en mi corazon vivias.


Y cada noche, al despedirme

de las luces y las estrellas,

del mar y de la arena,

te ponia en manos del Creador,

sabiendo que él te cuidaria y

que aquella noche, tambien

¡conmigo tu soñarias!
 
 
Enamorado

Con los ojos a medio cerrar
mis manos te acarician,
sin tan siquiera tocarte,
sin tan siquiera encontrarte.

Con labios moviendose
sin palabra declarar
te confieso mi amor,
te regalo mi cancion.

Te amo
y quiero decirlo,
quiero gritarlo
pero en un absoluto
silencio donde solo tu
puedas escucharlo.

Te amo.
Si, mil veces si,
no importa quien lo crea,
te amo, y tan sencillo
como estos versos,

te amo,
¿que por que?
Por todo y por nada.
Te amo por quien tu eres,
te amo por quien yo soy
cuando a tu lado me
siento realizado,
cuando a tu lado
me siento por
Dios bendecido.

Y cuando nuestros cabellos
esten decorados con el gris
de los años, a Dios pido
que nuevo aliento
ponga en mi corazon
para que en un
grito envuelto en el silencio
de una dulce noche
pueda volver a decirte:

te amo,
si amor mio,
si, mil veces si,
te amo como ayer,
te amo
¡como la primera vez!



 
 
 
 
 
Por el Día de las Madres
 

No pudiera yo tener,
Más gozo en este momento
Que compartir vuestras risas
Pensando en esos pequeños.

Que pintaban las paredes,
Que se tiraban al suelo,
Que pisaban lo mojado
Y que ensuciaban lo seco.

Y que con fuerza arrancaban
Los brazos de los muñecos,
Que sus hermanas cuidaban
Y los guardaban con celo.

Que a la hora de comer
Eran grandes tus esfuerzos,
Para que abrieran la boca
Y a veces... sucumbías en el empeño.

Y esta pluma gastaría
Describiendo los recuerdos,
Que las madres de esta iglesia
Guardan en este momento.

Pero quiero en esta hora,
En este lugar y tiempo,
Felicitar a las madres
Por su abnegación y celo.

Desde que el dia amanece
Hasta que va oscureciendo,
Bendiciendo a Dios cantando,
Mientras que pasa el plumero.

Y pensando en esos hijos
Que en la escuela están leyendo,
Que en el patio están jugando
O con amigos saliendo...

Sus cosas deja de hacer,
Deja de un lado el plumero,
La música que escucha para,
Todo se queda en silencio.

Y unas manos con firmeza
Se levantan hacia el cielo,
Y unas rodillas con fuerza
Se dirigen hacia el suelo.

Y al Padre le da las gracias
Por ese regalo inmenso,
Y al tiempo pide llorando:
¡¡¡Guárdalos Señor Eterno!!!

Cuida Señor a las madres,
Dales tu paz, te lo ruego,
Que tu Gloria las envuelva
Y mis ojos puedan verlo.

 

 

 
 
 
 

 
 
 

 

 

 

MÍRAME



Mírame por un momento
Y escucha bien mis palabras,
Juntos miremos al cielo
Y cantemos alabanzas.
Mírame por un momento
No apartes de mí tu vista,
No dejes por mí de orar
Ni me borres de tu lista.
Mírame, pues tu mirada,
Aunque fuera de un segundo,
Vale más que la de aquellos
Que están afuera, en el mundo.
Nunca dejes de mirarme,
Nunca permitas, mi amigo
Que dejásemos de vernos
Y disfrute el enemigo.
Quiera Dios que nunca deje
De mirarte a ti, mi hermano
Después de Cristo tú eres,
Para mí lo más preciado.
Quiera Dios que nunca aparte
Mis ojos de ti, mi amigo
Para que juntos estemos,
Siempre, de Dios al abrigo.
En esta noche de fiesta
Sumamente agradecido,
Quiero mirarte a los ojos
A ti, mi hermano, mi amigo.
 
 
 

 
 
 
 

¿Vas a servir al Señor
de corazón, alma y cuerpo
sirviéndole con amor
en todo tu pensamiento?

¿Vas a decirle: Mi Dios
Gracias, por ser Tú mi dueño,
por llevarme a aquella Cruz
que miraba yo de lejos?

¿Vas a cantar con tesón
Y alabarle con anhelo?
¿Vas a estar en comunión
Mirando siempre al maestro?

¿Vas a estar en oración
Arrodillado en el suelo,
Con las manos levantadas
En dirección hacia el Cielo?

Si es así, ¡¡que bendición
Te proporciona el maestro!!
¡¡Cómo demuestra su amor
Mostrándote lo correcto!!

¡¡Cómo te quiere el Señor!!
Cómo siembra en ti el anhelo
De querer siempre agradar
Al que eliminó lo muerto,

De tu mente, de tu vida
Del corazón, alma y cuerpo,
Y sembró una vida nueva,
En tu corazón tan yermo.

Y deseos de caminar
Y de mirar al Eterno,
Y de su nombre alabar
En todo lugar y tiempo.

¡¡Como te quiere el Señor!!
¡¡Vaya joya que Él ha puesto
Para brillar en la tierra
Con luz que viene…. del Cielo!!

 

 
 
 


 
 
 

 

 

 

ME BASTA

 
 

 

 
Sólo me basta Señor
 
 
Venir ante tu presencia,
 
 
Para sentir el calor
 
 
El cariño, y el amor
 
 
Que a veces, mi alma no encuentra.
 
 
 
 
 

 

 
Sólo me basta Señor,
 
 
 
 
 
Sentarme cerca, a tu lado
Para aliviar el dolor
 
Que causara el desamor,
 
 
De muchos que tú has amado.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 
Sólo me basta Señor,
 
 
Que me llames por mi nombre;
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Que te muestres a mi vida

Y mi alma agradecida
 
Te presente a todo hombre.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

Sólo me basta Señor
 
Tu Gracia en mí derramada,
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Como un perfume preciado

Que por amor tú me has dado
Y así, mi vida inundada...
 
... Se siente cuando yo miro
 
Tu gloria cada mañana,
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Y en la noche cuando el Sol

Se ha puesto, sigue tu amor
 
Iluminando mi cama.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

Me basta que tú me mires
 
Al levantarme en el alba,
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Y que tu gloria me llene

De esa luz, que de ti viene
 
Y que penetra en mi alma.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

Me basta la dependencia
 
Que de ti, tiene mi vida,
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Esperando como el niño

De la madre su cariño
 
Hasta tu pronta venida.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 
Me bastara que tus ojos,
 
 
Se fijaran en los míos,
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Y que escudriñes mi mente

Para que nunca lamente
 
No seguir a los impíos.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 
Me basta con esperarte,
 
 
Y con sentir tu presencia,
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Y por la noche escucharte

Y en oración a ti hablarte
 
Sintiendo en mí, tu paciencia.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 
En esta noche, y a solas,
 
 
Quiero venir ante ti,
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Y mañana al despertarme

Quiero en tus ojos mirarme
 
Y que te fijes en mí.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

Amén
 
 
 

 

 

 
 

En silencio mi Señor,
Desde la cruz me has hablado,
Sin decir ni una palabra
Mi corazón tú has mirado.

En silencio mi Señor,
Mi vida has escudriñado
Y callando, mis errores
Con tu amor has perdonado.

En silencio, mi Señor,
La vida eterna me has dado,
Por pura gracia lo hiciste
Y me cogiste la mano.


Y me llevaste a tus aguas,
Y me limpiaste del barro,
Del que mi vida, tan llena
Estuvo por tantos años.

Y lavaste con tu sangre
Estos ojos tan cegados;
Y al abrirlos,¡¡¡vi tu Gloria!!!
Tu cariño y tu cuidado.

Pero… a pesar que me amaste
De tal manera, que has dado,
A aquel que desde el principio
Sentado estaba a tu lado

Y a pesar de que lo viste,
Con dolor allí colgado,
Y que por mi tú sufriste
Cuando abrieron su costado.

Y a pesar que por su muerte,
Yo A la vida era llevado,
Tú mirabas con dolor

Mi vileza y mi pecado.

Y anhelabas que en su sangre
Hacia ti, fuera llevado,
Para gustar de la cena
Que tú me habías preparado.

Mas, ¡¡¡que indigno mi Señor
Me siento de tus cuidados!!!
De tu amor, de tu cariño,
Y de ese bello regalo.

Indigno me siento, cuando
Por mi orgullo tan marcado,
Me miro siempre al espejo
Sin ver que estas a mi lado.


Sin darme cuenta que tiendes
A todas horas tu mano,
Para que a ella me sujete
Y no me llene de barro.

De aquel, del que me sacaste
Cuando ya me estaba ahogando,
Pero ¡¡¡¡soy tan necio Dios
Que a tu Gracia no me agarro!!!

Y seguro, yo en mis fuerzas
Sin vacilar ya descanso,
Y sin tardar, al abismo
Otra vez voy resbalando.

Por eso, vengo en silencio
Ante ti, que me has amado
De tal manera que diste
Para ti lo más preciado.


Por eso vengo en silencio,
Y a tu nombre suplicando,
Nunca me apartes de ti
¡¡¡Quiero por ti ser amado!!!

Quiero que tu Gracia cubra
Este orgullo tan humano,
Y que ninguna penumbra
Me aparte ya de tu lado.

Pues en silencio mi Dios,
Y de rodillas, llorando
Te doy gracias mi Señor
Por haberme amado tanto.


Te habló…….. tu hijo
 
 
 
 
 

 
La belleza del amor
No descansa ni reposa,
Sobre frases de pasión
Ni palabras seductoras.

La belleza del amor
No despierta con la aurora,
Ni duerme al anochecer
Ni descansa algunas horas.

La belleza del amor
No se pasa largas horas,
Intentando cautivar
En las fiestas lujuriosas.

La belleza del amor
Con lacitos no se adorna,
Ni con regalos intenta
Encerrarse tras la alcoba.

No, eso no es belleza, pues...

La belleza del amor
Con la sonrisa se adorna,
Con las palabras sinceras,
Con las miradas preciosas.

Con sentimientos honestos
Y actitudes silenciosas,
Y comprensión, y cariño
Y amistad a todas horas.

La belleza del amor,
Dispuesta está a todas horas,
A comprender a quien ama,
Y abrir si a su puerta toca.

La belleza del amor 
Tiene olor como las rosas,
Fragancia como azahar
Y esencia, dulce y preciosa.

La belleza del amor
No se esconde tras las rocas,
Pues camina por la playa
Acompañada de alondras.

Y dando gracias al Cielo
Sus cabecitas reposan,
Y caminan sin parar
Y aquella gente se asombra.

Que aquella amistad tan bella
Ni se caiga, ni se rompa,
Ni se seque con el viento
Ni se le mueran sus hojas.

La belleza del amor
Está aquí, en esta hora,
Pues... eres tú... soy yo.
GLORIA AL PADRE POR SU OBRA
 

 

 

 
 
 
 

 
 
 
 
Cuanto me cuesta Señor,
Elevar esta mirada,
Y levantar estas manos
Y rendirte mi alabanza.

Cuanto me cuesta Señor
Levantarme con el alba,
Para venir ante Ti,
Y adorarte en la mañana.

Hablándote de mis cosas,
De problemas que me embargan,
De mis llantos y mis risas,
De mis hijos, de mi casa.

De esas cosas tan pequeñas,
De esta vida cotidiana,
De mis vecinos y amigos
Y los niños en la plaza.

Del hermano que a mi lado
Camina, y me da su casa,
Del anciano que me cuenta
Sus historias y batallas.

De esas cosas, no me acuerdo,
Pues mi mente está plagada,
De razones y argumentos
Que impiden ver tu mirada.

Cuanto me cuesta, mi Padre
Elevar esta mirada,
Para contemplar la tuya
Que tanto espera y aguarda.

A que mire hacia el Calvario
Y que contemple las llagas,
De aquel que fuera clavado
Y muerto en cruz por mi causa.

A que venga hacia el Calvario,
Y ponga en él la mirada,
En esos ojos que inertes
Por mi vida se cerraran.

Y que abrace en el Calvario,
Con lágrimas de alabanza,
Aquella Cruz que impidiera
Que se perdiera mi alma.

Por eso, esperas mi Padre
Que pronto, en una mañana
No busque más mis razones
Sino tu dulce mirada.

Contemplando con cariño
A este siervo que te clama,
Que llorando de alegría, dice...
GRACIAS DIOS, POR TU MIRADA.
 
 
 
 
 

 

 

 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
Cuantas veces has estado
Sin que nadie te observara,
De rodillas y a su lado,
Orando junto a su cama.

Cuantas veces has llorado
Por el hijo de tu alma,
Cuantas veces le has llevado
Ante el Padre de la Gracia.

Cuantas noches esperando
Que la fiebre le pasara,
Cuantos desvelos y llantos
Ocultos tras tu mirada.

Cuantas veces le has pedido
Que tenga su vida en calma,
Que siempre acuda ante Él
Al despertar la mañana.

Por esa niña preciosa
Cuya sonrisa te embarga,
Y tus ojos se humedecen
De emociones encontradas.

Y la miras con ternura,
Y la besas, y la abrazas,
Y juegas con ella, y luego
Oras con ella en la cama.

Y sus ojos ya se cierran
Y la acaricias, y clamas
A Dios, que su sueño guarde
Y nada turbe su alma.

Y en silencio te retiras
Y tras la puerta entornada,
Una lágrima, despacio,
Por tu mejilla resbala.

Lágrima de gratitud
Al que cuida de su alma,
Pues te dio ese bello don
De cuidar a tu hija amada.

Y después, en el salón
A un cuadro va tu mirada,
A esas caritas tan tiernas
Que tu rostro encandilaran.

Y los presentas a Dios
Y de alabar no descansas,
Pues los hijos que él te diera
Lo hiciera, por pura Gracia.

Por eso quiero rendir,
Desde el fondo de mi alma,
Un homenaje a las madres
Que escuchan, lloran y callan.

Que rompen ese silencio
De la noche tan cerrada,
Con esos cantos al Cielo
Dando por ellos, mil gracias.

A las madres de esta iglesia
Con gozo quiero decir:
SI DIOS OS AMA Y APRUEBA
¿Qué MÁS PUEDO... YO PEDIR?

FELIZ DÍA DE LA MADRE
 

 

 

 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

No veo a Dios, pero le siento,
En las plazas y en las calles,
En los bancos, y al momento
Al mirar por los cristales
Las montañas, los apriscos,
Los prados y los maizales,
Los campos llenos de trigo
Y el sembrado en los bancales.
No veo a Dios, pero le palpo,
Al tocar los tulipanes,
Al aspirar la fragancia
De jazmines y rosales.
Al mirar las amapolas
Moviendose con el aire,
Y en los lirios y gardenias
Palpo el amor de mi Padre.
Al contemplar como el ciervo,
En busca va, de su madre
Y al ruiseñor cuando canta
Dando gracias a Su Padre,
Y a la gacela que corre
Libremente por los valles,
Y a la paloma que vuela
Tranquilamente en el aire.
No veo a Dios, pero le oigo
En los rios y en los mares,
En corrientes y marismas,
En riscos y carrizales.
En el silencio en la noche,
Cuando la luna ya sale
Y mi habitación alumbra
Y no dejo de cantarle.
PUES……….
No veo a Dios, mas le contemplo
A través de aquella sangre,
Que en el calvario vertiera
Quien la vida quiso darme.
A través de su mirada
De sus manos, de su carne
Por mis actos destrozada,
Y en respuesta…..quiso amarme.
Y quiso darme la vida
Y poder así gozarme,
En este año que empieza
con vosotros esta tarde,
Para poderle alabar
Y en su grandeza exhaltarle,
Y su Gloria contemplar
Aunque no pueda…. Mirarle.
 

 

 

 
 
 
 

 
 
Cuanto pudiera ofenderle,
si mi vida no le honrase,
y cuanto pudiera herirle
si con mis labios no hablase,
sobre Su Gracia divina
que en mi vida derramase,
y aquella misericordia
que por amor me otorgase.

Cuanto pudiera ofenderle
si en mis actos no agradase,
al que me diera la vida
lavándome con su sangre.

Cuanto llego a entristecerle,
cuando al alba, al despertarme,
no me acuerdo de su nombre
ni de orar ni de adorarle,
ni de postrar mis rodillas
en el suelo y exhaltarle,
ni de cantar su grandeza
ni de su amor acordarme.

Cuanto pudiera ofenderle
si en la iglesia yo ignorase,
al hermano que quisiera
que con fuerza lo abrazase,
y en lugar de comprenderle
y con amor ayudarle,
sin ningun remordimiento
intento de mí alejarle.

Cuanto pudiera ofenderle,
y también desagradarle,
cuando no vivo la vida
que me regaló mi Padre.
Una vida, que unos clavos,
una lanza y una sangre,
me permitieron que viera
ese regalo tan grande.

Por eso...

No quiero más ofenderte
aunque la lucha es muy grande,
pues me empujan para herirte
y me incitan a ignorarte.
Pero tú, que eres mi escudo
mi blasón, y mi estandarte,
me ayudas siempre a seguirte
y de aquel mal, alejarme.

Mas te pido, hoy llorando
nunca me dejes mi Padre,
aunque débil siempre fuera
aunque el maligno me ataque...

No permitas que te olvide,
ni que deje de adorarte,
No quiero más ofenderte
sino en mi vida tenerte.
A ti te alabo: MI PADRE.

 
 
 
 
 

 
¿Dónde me encuentro Señor
cuando llamas a mi puerta?
¿en qué ocupo yo mi vida
cuando no te doy respuesta?

¿Dónde está mi corazón
cuando con tu voz tan tierna,
tú me llamas por mi nombre
pero no te doy respuesta?.

¿Dónde se encuentra ese amor
que un día yo te prometiera?
De tus pisadas seguir,
El anhelo ¿dónde queda?

¿Y dónde está la oración
que al acostarme yo hiciera
pidiendo tu bendición,
reclamando tu promesa?

Mis manos, ¡OH! Mi Señor
¿por qué no abren esa puerta?
¿por qué no tiran los muros
que de ti siempre me alejan?

¿Por qué cuesta tanto Dios
girar la llave a la puerta,
y renueves mi interior
sin condición ni reservas?

Yo no entiendo la razón,
Pues mi vida está dispuesta
A darte a ti lo mejor,
Pues me diste vida eterna.

Pero... quizá mi Señor
Algún rincón existiera,
Dentro de mi corazón
Que gobierno a mi manera.

Y puede ser la razón
Que aunque llames a la puerta,
Con tristeza tú me digas:
¡¡No tengo de ti respuesta!!

La cena se está enfriando,
Tendré que ir a otra puerta,
A compartir con aquellos
Que la tienen bien abierta.

Y quizás, al verme entrar
Con aquellos, te des cuenta,
Que pierdes gran bendición
Por no mantenerla abierta.

¡¡Escúchame mi Señor!!
¡¡ayúdame en mis flaquezas!!
Destruye las cerraduras
Que impiden que a ti yo venga.

Que mi corazón a ti
Entregue yo, sin reservas;
Y podamos disfrutar
De una cena linda y bella.

Gracias te doy mi Señor
Que me escuchas, que me alientas,
Y me amas tanto que dices:
VEN...
YA ESTÁ LISTA NUESTRA CENA
 
 
 

 


 

 

 

 

No quiero escribir

 
 

No quiero escribir Señor

 

nada que pueda quitar,
 
la gloria que yo debiera
 
a tu nombre tributar.
 
No quiero escribir Señor
lo que pueda deshonrar,
ese nombre tan bendito
al que le quiero cantar.
 
En la iglesia y en mi casa,
de mañana, al despertar,
por la noche y con mis hijos;
en todo tiempo y lugar.
 
No quiero escribir Señor
lo que no pueda mostrar,
que eres dueño de mi vida,
que eres mi Rey de verdad.
 
No quiero escribir Señor
lo que me pueda privar,
de ser acepto a tus ojos
y acatar tu voluntad.
 
De hablar contigo en la noche
tus consejos escuchar,
de apoyarme en tu palabra
y aquella cruz contemplar.
 
Donde su cuerpo abatido
fuera puesto en mi lugar,
donde humillado y herido
quiso, a mi alma salvar.
 
Por eso, mi pluma tiembla
solamente de pensar
que pudiera escribir algo
que ofensa pudiera dar
 
A quien mi vida sacara
del fango, de aquel lugar
donde me hallaba perdido
hundido en mi soledad.
 
Por eso...
 
Quiero escribir mi Señor
lo que te pueda exaltar,
lo que a tu nombre bendito
le pueda siempre alabar.
 
Y que tus ojos me miren,
y me inviten al lugar
donde, sentado a tu lado
me pueda siempre gozar.
 
Escuchando tus consejos
leyendo tu voluntad,
meditando en tu palabra
y en la oración descansar.
 
Rompe mi pluma Señor
si no existiera verdad,
en lo que anhela mi alma
agradarte de verdad.
 
Por lo tanto...
 
No quiero escribir Señor
aquello que pueda dar,
algo de gloria a mi nombre
¿quién soy yo si tu no estás...
 
escudriñando mi mente,
dirigiéndome en mi andar,
y en escribir estos versos?
¿qué fuera sin ti, mi obrar?
 
Gracias Señor, por tu mano
que mi pluma fue a guiar,
y en cada mañana digo:
Gracias Padre, de verdad.
 
 
 
 

 


 
 

 
 
 
 

 

 

Ese niño

(poema inspirado en Isaías 9:6)
 

 

 

 

Ese niño que nació
que del cielo nos fué dado,
con todo el amor de Dios
como un precioso regalo.

 

 
 
 
 

Ese niño que nació,
que cual hijo nos fue dado,
tuvo un nombre singular:
Admirable fue llamado.

Porque admiro, mi Señor
que en mí te hubieras fijado,
desde la cuna de paja
desde aquel sencillo establo.
Porque te admiro mi Dios,
pues me viste derrotado
y con amor me dijiste:
Cógete fuerte a mi mano.
Ese niño que vivió
entre sabios, fue llamado
Consejero, pues su amor
sobre mí fue derramado.
Para avisarme del mal
sus consejos con cuidado
entrando a mi corazon
poco a poco iban cambiando.
Mi manera de pensar
ignorando lo creado,
mi costumbre de pecar
poco a poco, iba apagando.
Y mi corazón lo vió,
y con mi rostro temblando
esto me puse a pensar
mientras me iba arrodillando:
Ese niño que murió
que vilmente fue entregado
a morir en una cruz
por mi maldad y pecado.
Ese niño que murió,
desde la cruz y llorando,
me dijo con dulce voz
te perdono tus pecados.
Y su rostro se apagó,
sus labios ya no me hablaron,
y llorando me quedé
¡¡ Mis errores lo mataron!!
 

Pero..........

 

 

El niño resucitó
y hacia el Padre fui llevado,
hacia el Principe de Paz
hasta el Dios de lo creado.

 

Por eso quiero cantar,
a ese niño que me ha dado
la seguridad de ser
un hijo, por Dios amado.
 
 

 
 

 
 
 
Ante la puerta cerrada
Sin poder pasar adentro,
Sin disfrutar su presencia
Sumido en llanto me encuentro.
Ante la puerta cerrada
Con fuertes clavos de hierro,
Y cadenas que la cruzan
Se va mi vida perdiendo.
Porque me pueden las cosas
Que el mundo me va ofreciendo,
Sobre aquellas que mi Padre
Me regalara del cielo.
Porque me puede esta vida,
La que tan bella yo encuentro
Sobre aquella que en Su Sangre
Me alejara del infierno.
Porque me pueden las obras
Que en mi vida voy haciendo,
Sobre la gracia sublime
Que muestra Su amor eterno.
Porque pueden las respuestas
De ingratitud al momento,
Sobre aquellas que están llenas
De puro arrepentimiento.
Porque me domina el ansia
De tener lo que no tengo,
En lugar de darle gracias
Por esto, que no merezco.
Porque la envidia me embarga
Mi corazón y mi cuerpo,
En lugar de con el alma
Alabar a mi maestro.
Porque son tantas las cosas,
Que me sujetan al suelo,
Son tantas las sensaciones
Que en el mundo voy sintiendo.
Que a veces siento pavor
De seguir en sus senderos,
Y no defender la causa
Por la que estoy escribiendo.
Que a veces siento temor
De no estar nunca en el cielo,
Y no sentir esas manos
Ni la voz de mi maestro.
Por eso te pido Padre,
¡¡¡Quita los clavos de hierro!!!
¡¡¡ Elimina las cadenas
que me dan tanto tormento!!!
¡¡¡Abre la puerta, te pido!!!
Quita todo sufrimiento
Elimina lo que impida
Venir ante ti, corriendo.
Abre la puerta mi padre
Tu misericordia anhelo,
De tu Gracia necesito
Aunque sé, que no merezco.
Por eso, quiero alabarte
Y cantarte todo el tiempo,
Porque me viste en la puerta
Y con amor me has abierto.
Gracias por fijarte en mí,
Muchas gracias, Dios del cielo.
 

 

 


 

 

 

 

¿Qué hiciera Señor yo aquí
si no te tuviera a ti?
Mi vida, triste sería
sin tu amor y compasión
sin tu cariño y perdón
y tu eterna compañía.

 

¿Qué hiciera Señor yo aquí?
¿Y cómo podría vivir
sin disfrutar cada día,
la preciosa salvación
y el sublime galardón
que en mi alma tú pondrías?
 
 
Si no estuvieras aquí,
muy cerquita, junto a mí,
caminar, yo no sabría.
Sin tu sabia dirección
errante anduviera yo
por este mundo, sin guía.
 
¿Cómo pudiera dormir
sin mi sueño a ti rendir?
¿Cómo descansar podría
sin hablar contigo, Dios
sin implorar tu perdón,
por la noche y por el día?
 
¿Cómo pudiera esgrimir
esta pluma y escribir,
estos versos sin tu guía?
si fuera solo emoción
satisfaciendo a mi yo,
¿qué lugar en ti tendría?
 
Siembra pues. Señor en mí,
pasión en servirte a ti,
y que no pase ni un día
sin hablarte en oración
sin tener tu bendición;
pues eres Tú mi alegría.
Por eso, vengo ante ti,
para que quites de mí,
todo lo que estorbaría
a esa hermosa relación
y una bella comunión,
como es tu vida... en la mía.
 

 

 


 
 
 
 
 

Engalanada mi vida
está Señor, y en silencio
vengo a Ti, pues me has vestido
con ropas de amor eterno.

 

Me has cubierto de tu gracia
tan sublime, que no entiendo;
pero se goza mi alma
cuando arrodillado vengo,
 
 
a tu presencia bendita,
para escuchar tus consejos,
para lavar esas ropas
que con amor tu me has puesto.
 
que muchas veces se ensucian
con las manos de aquel dueño,
que tuviera hace unos años
y que debiera estar muerto.
 
En cambio, perseverando
llama y llama, con denuedo,
me ofrece..¡ropas tan lindas¡
y tantos sabios consejos.
 
Disfrazándose de ti
pone frente a mí, un espejo,
me muestra cuan bello soy
y que importante me siento.
Y va manchando las ropas
que tú pusiste en mi cuerpo,
y aquellos colores vivos
despacio se van perdiendo.
Y poco a poco, sin pausa
mi anhelo se va extinguiendo,
mi oración se vuelve tibia,
¡¡ mi vida va oscureciendo¡¡
La relación con mi Dios
en los mares, se va hundiendo
de la vida y sus placeres
con sus engaños y cuentos.
Y cuando llega la noche
rompo a llorar en silencio,
pues las ropas que me diste
de pecado yo he cubierto.
Y las pretendo arreglar
con algún que otro remiendo,
sin detenerme a pensar
que sin ti, es vano intento.
Si por lavarme las ropas
que se están ennegreciendo,
y restaurar sus colores
pagaste tan alto precio.
Si con tu gracia infinita
y tu amor bello y eterno,
me revistes y restauras
con tu cariño tan tierno.
Si olvidando mis pecados
me susurras: Yo te quiero,
y te visto de colores
y te engalano de nuevo
.
En la quietud de la noche
te miro y lloro en silencio,
de gratitud pues tu abrazo
inunda todo mi cuerpo.
Y me levanto deprisa
y al espejo voy corriendo,
y esbozando una sonrisa
inclino ante ti, mi cuerpo.
Y te alabo por la vida
que me das cada momento,
por las ropas tan hermosas
que me trajiste del Cielo.
Antonio Torres Villen
Palma 1.3.2004


 
Dame poder, mi Señor
para volver hacia ti,
para dejar los caminos
que se apoderan de mí.
Para mirar a tu amo
y a tu luz siempre seguir,
olvidando aquellas cosas
que me hicieran sucumbir.
Olvidando que tu amor
fue tan grande, que a morir
llevaste lo mas amado.
Y lo hiciste, Tú por mí.
Y me diste tu perdón,
el que nunca merecí,
por las espinas clavadas
y su tremendo sufrir.
Fue tan intenso el dolor
que soportaste por mí,
fue tan grande tu agonía
aquel día en Getsemaní.
 
¡¡Fue tan grande la emoción
que en mi interior yo sentí,
cuando tu sangre preciosa
derramaste sobre mí!!!
Y me diste tu perdón
y me hiciste sonreír,
y me llevaste a tu trono,
y tu gloria percibí
.
Pero a veces mi Señor,
me olvido tanto de ti
que parece, que tu sangre
nunca fuera para mí
.
Pues conociendo tu nombre
pareces extraño aquí,
sabiendo que me salvaste
a nadie quiero decir
...
Que con tu poder limpiaste
de toda escoria y hollín,
esta vida tan repleta
de lo perverso y ruin
.
Por eso:
 

 

Dame el poder mi Señor,
no para mirarme a mí,
ni pensar en mis errores
ni intentar de corregir

 

Mis faltas y mis flaquezas
ni mi orgullo, que es tan vil
que nadie puede mirarlo
no me des Poder, así
.
Sino:
Para mirar al Calvario
y de pie llorando allí,
abrazar la cruz clamando:
PON TU PODER SOBRE MÍ
.
 

 


 


 
 
 
No le pidas al Señor
que cambie tu pensamiento,
si no le puedes mostrar
fidelidad al momento
.
No le pidas mas amor
simplemente por pedirlo,
El te conoce mejor,
mucho mejor que tú mismo
.
No le pidas al Señor
que te dé aquello que quieres,
si no puedes aceptar
que quizá no te conviene
.
Pues quien te lo va a negar
te mima, y tanto te quiere,
que si aquello no te da
es porque no te conviene
.
No le pidas al Señor
poder cantar en la iglesia,
si halagos has de escuchar
y aplausos sin darte cuenta
,
Que El no mira tu trabajo
ni tu esfuerzo, si no llenas,
tu boca con la alabanza
que darle siempre debieras
.
No le pidas que te llene
de su amor, si al dar la vuelta
ves a tu hermano llorar
y le cierras bien la puerta
,
De tu amor, tu comprensión,
de lo que Cristo te diera
en la cruz, cuando su sangre
sobre tu vida cayera
.
No le pidas al Señor,
que te bendiga en la iglesia,
si tu vida no le alaba
al atravesar la puerta
.
Si tus labios no le aclaman
en las calles y en las tiendas,
en el portal donde vives
o en la casa donde reinas
.
No le pidas al Señor
que te cure tus dolencias,
si olvidas su bello nombre
cuando sanado te encuentras
.
Mas, pídele la visión,
de contemplar cada día,
esa cruz donde clavado
quien te amó, por ti moría
.
Y que en el huerto lloró
y hundido en gran agonía,
al Dios del Cielo clamó
Tu voluntad, no la mía
.
Pídele que puedas ver,
la luz que siempre te guía,
que desde el monte Calvario
te acompaña cada día
.
 

Por eso…

 

No le pidas al Señor
lo que a ti te gustaría,
Mas, clámale en oración
TU VOLUNTAD, NO LA MIA
.
 
 
 
 

 


 
Cuando estoy lejos de Ti,
voy detras de aquellos hombres,
cuya arrogancia demuestran 
y desprecian tu gran nombre
.
Viendo su prosperidad
y su vigor tan enorme
que les llena de soberbia,
y la violencia no esconden
.
Y logran aquellas cosas
que en su interior se proponen,
y contra el cielo arremeten,
sin respetar ningun orden
.
Y se mofan con crudeza
y con altivez, responden
a las cosas que del cielo
por algunos labios oyen
.
Y mis pies ya se deslizan
siento envidia de los hombres,
que aunque te nieguen a ti
tienen bien llenos los odres
.
Cuando estoy lejos de ti,
pierdo de vista aquel hombre;
esa niña, aquel anciano
esta viuda o aquel joven
.
Que quizà tan solo buscan
las palabra de algun hombre,
que comprenda su tristeza
y que junto a ellos, llore
.
Que quizà, tan solo quieren
dar un paseo por el bosque,
mirando la luna llena
y las estrellas que corren
.
O simplemente mirar
con nosotros hacia el monte,
admirando tu grandeza
y oyendo tu hermoso nombre
.
Y me detengo a pensar
y me examino, ¡cuan pobre
llega mi espiritu a ser
cuando de ti ya se esconde
!
Y lejos de ti camina,
y deambula, y una enorme
tristeza de el se apodera,
y acongojado ya corre
...
A estar tan cerca de ti
que se sienta junto al borde,
de tu gran misericordia
y de tu precioso nombre
.
Y te siento aqui, mi rey
mi dueño; ya ningun hombre,
por mas rico que este sea
me apartara de tu monte
.
Del que sale toda Gracia
Y tu amor por este hombre,
que aunque se aleje de ti
tu lo llamas.... POR SU NOMBRE

 
 
 
 
 

 


 
 
 

¿Cómo te sirvo Señor?
¿cómo aprovecho mi tiempo?
¿lo malgasto en mis placeres,
en el vino, en el juego?

 

¿Buscando las diversiones
que satisfagan mi ego
o sintiendo sensaciones
que no vienen desde el Cielo
?
¿Cómo te sirvo Señor?
¿en qué estado a ti yo vengo?
¿con mis manos levantadas?
o escondidas yo las tengo
?
Si pidiendo que me uses,
canto en el coro con celo,
si anhelando tu presencia
hago oraciones gimiendo
...
 

y si a adorar me levanto
queriendo ser el primero,
en contemplar tu presencia
y tu rostro lindo y bello
...

 

Si quiero hacer tantas cosas
si por hacerlas no duermo,
¿por qué me asalta la duda
de que en mí tengas un siervo
...
Que te ame de verdad,
que siempre seas el primero
en sus metas y en su vida,
en sus gustos, sus secretos
?
Si tú me diste la vida,
por el Hijo que fue muerto,
en la cruz donde su sangre
inundo todo mi cuerpo
.
Si tu me das la esperanza
de estar juntos en el cielo,
contemplando su hermosura
sus calles y sus senderos
.
Si tú me das tantas cosas,
las mismas que no merezco,
¿cómo te sirvo Señor?
¿con qué historia? ¿con qué cuento
...
Me presento hoy a ti,
para explicar que mi celo,
por Tu Nombre ya se fue,
y aunque busco...NO LO ENCUENTRO
?
Por eso...te Pido Dios y Señor
que remuevas aquí dentro,
y que tires lo inservible
que me está ya carcomiendo
.
y que renueves mi mente
mi corazón y mi anhelo,
por servirte y alabarte
por trabajar con el celo
.
que me dieras en la cruz
y con tu sangre diciendo:
eleva al cielo la vista
y sirve siempre A TU DUEÑO
.
 

 


 


 
 
 
 
Tú prosperas, Padre Santo
Mi vida, cuando en silencio
Me arrodillo en tu presencia,
Y viendo en mí tu paciencia
Puedo ver tu amor eterno.
 
 

Tú bendices esta vida
Que rescataste del cieno,
Cuando con manos vacías
Vengo a ti todos los días,
Para verte, Dios del Cielo.

 

Tú me llenas de alegría,
Cuando acoges en tu seno,
A un hijo tuyo que un día
Le diste tu luz, tu guía
Llevándole a tu sendero.
 
Pero si ocurre algún día
Que me aparte del camino,
Que tu mano poderosa
Y tu voz tan amorosa,
Me haga ver que tu Hijo vino....
 
No solo por mis pecados
A sufrir el vituperio,
Soportando los escarnios
Las burlas y los agravios
Y todo lo hizo en silencio.
No solo a morir por mí,
Sino a que sienta el deseo
De predicar con pasión
Tu ternura y tu perdón
Y presentarles el Cielo.
A aquellos que no conocen
Esa sangre salvadora,
Esas manos horadadas
Y esas espinas clavadas
Por darles vida Gloriosa.
Por eso, bendice Padre
Y prospera mi camino,
Quiero andar en tus senderos
No salirme nunca de ellos,
Y poder ser bendecido.
Porque me amaste, ¡mi Padre!
¡¡ De tal manera lo hiciste!!
Que me enseñaste el Calvario
Su cuerpo lleno de escarnio
Y con amor me dijiste:
Porque te amo inmensamente.
Di por mí lo más preciado,
Para que lleves mi nombre
Y enseñes a todo hombre
La Cruz del Hijo, ¡¡mi amado!!
 

 


 

 
 

 

 

 

 

CADA MAÑANA

 
Cada mañana, al mirar por la ventana
de mi vida, mi alma y mi corazón,
no puedo hacer otra cosa, que dar las gracias
a Aquel que toma, de mi vida el control.
 

Pues de otra forma, yo nunca, nunca lograra
gozar de una linda y estrecha relación,
con Aquel que mi vida, tanto, tanto amara,
que su sangre, en cruz derramara, por amor.

 

Por amor a mí, que hace tiempo despreciaba
cualquier cosa que no exaltara a mi yo,
y que no atendiese a mis sabias palabras
y que no escuchara mis dotes de orador.
 
Cada mañana, al mirar por la ventana
de esta vida que ha lavado mi Señor,
que con paciencia y amor regenerara,
trayendo a mi alma, la hermosa salvación.
 
Mis ojos brillan, pues derrama tanta Gracia
que cada día se llenan del resplandor,
que desde el cielo, por la ventana entrara
a mi vida, mi alma y mi corazón.
Cada mañana, al abrir esta ventana
Me lleno de su presencia,
Me inundo de su calor.
 


 

 

 

 

Hablando Con Dios

 
Invadido mi Señor
de tu esencia cada día,
quiere estar mi corazón
en las pruebas o el dolor,
en las penas y alegrías.
Abrazando con tesón
aquella cruz que pondrías,
mirando al cielo por mí,
mayor amor nunca vi
que tu vida por la mía.
Invadido mi Señor
de aquel aroma que un día,
me diste con tanto amor
que sintiera tu perdón
y cantara el alma mía.
Por la hermosa bendición,
que diste con tu agonía,
a este indigno pecador,
por eso, con emoción
clamo de noche y de día:
Que nunca apartes de mí
esas manos que pondrías,
clavadas por mí en la cruz
para poder ver la luz
que al Padre me acercaría.
Que no me alejes de ti,
porque entonces, ¿dónde iría?
¿hacia el mundo he de volver?
¿hacia aquello que dejé,
y olvidar tu compañía?
No lo permitas Señor,
pues sin ti me perdería
por caminos de dolor,
oscuros y sin color
y a ciegas caminaría.
Por eso, Señor mi Dios,
invádeme cada día,
inúndame con tu amor
lléname de tu calor,
QUE TU VIDA, SEA LA MÍA.
 

 


 

 
 
 
 
 

 
 
Tu cuerpo Señor, partido
por mi maldad inmolado,
por mis hechos agraviado,
por mi vanidad vencido.
 

por mi vileza, agredido
hasta abrirse tu costado,
de muerte por mi pecado;
por mi causa fuiste herido.

 

Por mí fuiste maldecido
y por tu amor humillado,
y me pregunto: ¿He llegado
a mostrarme agradecido....?
 
por evitar ser vendido
y al enemigo entregado,
pues dijiste: Yo he pagado;
tu deuda saldada ha sido.
 
Por tu amor, soy bendecido;
con tu sangre fui lavado,
y con tu mano elevado,
hacia el Padre complacido.
Mayor gozo no he tenido,
que en ti, ser justificado
y tambien santificado,
asi como redimido.
Y mi corazon, henchido
por el regalo que has dado,
al que siempre te ha insultado
te contempla agradecido.
Por no dejar que allì hundido,
a la muerte sea entregado,
y por ella sentenciado
a caminar escondido.
Mas, por tu gracia he podido
ver mi nombre reflejado
en tu gloria, y ha llorado
mi corazón compungido.
Pues.....
Lo que nunca he merecido
con amor me lo has brindado.
¡¡ Hoy tu voz, me ha recordado
TU CUERPO QUE FUE PARTIDO!!

 

 

 

 

 

Un Gran Dilema

 
 

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
 Juan 1:12

 

La gente tiene un dilema
que no puede resolver,
por mucho que ellos lo intentan,
andan y andan, siempre a ciegas
porque no quieren creer.
Mucha gente se pregunta
¿quien dio vida a este mi ser?
y la respuesta no llega,
sigue rondando el dilema
porque no quieren creer.
Un hombre se preguntaba
¿por qué este mundo no ve?
las cosas están muy claras
la respuesta está en sus caras,
porque no quieren creer.
Mi corazón está lleno
de bendiciones de ayer,
que aumentan de día en día
dándole soberanía
porque sí quiero creer.
Cristo, vino muy humilde,
un pesebre vio nacer
al Hijo del Dios bendito
que guarda nuestros caminos.
¿quieres tú creer en El?
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Jesús dijo: "YO SOY LA LUZ DEL MUNDO; EL QUE ME SIGUE, NO ANDARÁ EN TINIEBLAS SINO QUE TENDRÁ LA LUZ DE LA VIDA." San Juan 8:12
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